Los dos árboles que tapan el bosque ... del cordero

No debe obcecar, ni tan siquiera a nuestro capitán, que el intencionado y descarado acierto en las dos jugadas claves del pasado sábado sean capaces de ocultar la ignominiosa y tendenciosa actuación del supuesto impartidor de justicia en el césped.  

Cierto que lo de Verdasca es roja, y quizá también lo de Cristian, pero no menos cierto es que también puede expulsar a un jugador del Cádiz por perdida de tiempo en la sustitución (ya llevaba amarilla), que puede sacar varias tarjetas y evitar otras si pita las continuas agresiones a Febas, o que puede poner las cosas muy a nuestro favor si, hilando igual de fino que su paisano cántabro en Gijón, nos pita los diez o doce "penaltitos" a favor que en cada jugada embarullada se producían.  

Acertar en dos acciones, y emplear distinto criterio en el resto no es aval para un impartidor de justicia que se precie.  Lo que anduvo por la Romareda el pasado sábado fue un cobardón cómplice del poder, necesitado de protagonismo y mal intencionado en sus actos.

El tiempo te pondrá en tu sitio, Cordero.

Que bien te queda el amarillo en la camiseta ...